miércoles, 28 de febrero de 2018

TEMPORAL

Me levanto reventada, sin entender cómo me pueden doler tantas partes del cuerpo a la vez. ¿Cómo es posible tener agujetas en las axilas? ¿Cómo lo hacen los de aquí? Si yo no puedo con mi alma, que soy a la que han aupado, ¿cómo deben de sentirse los que se han pasado media noche haciendo levantamiento de “lassies”? Nunca estaré a la altura, esta gente se curte subiendo cuestas de noventa grados en bicicleta entre un vendaval de nieve en manga corta desde que tienen dos añitos. Y yo me ahogo subiendo un bordillo.

Hay alerta por el temporal llamado “The beast of the East”, que para más emoción, ha quedado con la tormenta Emma en UK (no había otro sitio para citarse) y recomiendan no salir de casa. Me pregunto cómo me voy a apañar para ir al trabajo esta tarde. Con este cuerpecito que no sirve ni para abono y teniendo que luchar contra un vendaval de nieve. Pero me llega ayuda de alguien inesperado: el Ayuntamiento, que ha decidido cerrar las bibliotecas hoy y mañana debido al mal tiempo. Mi encargado me llama para avisarme. Pese a que estoy machacada, me quedan fuerzas para saltar de alegría por toda la casa. Y al pasar frente a la ventana del comedor, veo a un autóctono haciendo footing en pantalón corto sobre la nieve. Otra vez.

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